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Relato personal: Sara Santiago
La comunidad solidaria de un gimnasio la ayudó a ponerse en forma
Sara Santiago tiene 40 años y nunca fue una atleta. En ocasiones se inscribía en gimnasios y probó hacer ejercicio, pero nunca encontró una rutina que pudiera mantener.
"Me sentía intimidada porque no sabía usar las máquinas, e incómoda porque era la chica con sobrepeso que trataba de hacer ejercicio", recuerda. "Supuse que no podía ser una atleta y que nunca alcanzaría un buen estado físico. Me había resignado a que ése era mi destino".
En febrero de 2019, Sara trabajaba 60 horas por semana y había empezado a beber. Su depresión empeoró y llegó a pesar 230 libras. Con el apoyo de sus médicos y su gerente, se tomó una licencia del trabajo para concentrarse en su salud.
"Mi hermano me llamó y me recomendó que encontrara un gimnasio con una comunidad fuerte", dice. "Me había mudado de Massachusetts a California, y él sabía que ese cambio había sido difícil para mí. Encontré un estudio con clases de gimnasia y, aunque pensé que las iba a detestar, decidí probarlas".
Signos claros de progreso
Sara tomó la primera clase, que combinaba ejercicio cardiovascular de alta intensidad con levantamiento de pesas, y quedó enganchada. Con la ayuda de sus entrenadores, empezó gradualmente, caminando tres millas por hora y levantando pesas de cinco libras.
Actualmente, corre una milla en menos de diez minutos y levanta pesas de 20 libras.
"Mi hermano me recomendó que llegara 15 minutos antes de las clases y que me quedara 15 minutos después para hablar con la gente y formar amistades", cuenta. "Y tenía razón, porque esa comunidad fue lo que me llevó a persistir. Las amistades que formé me mantienen motivada".
Una nueva perspectiva
Desde que emprendió el camino del estado físico, Sara ha perdido 70 libras y ha adquirido una perspectiva nueva.
"En California, cuando hay sequía, la hierba se vuelve marrón. Pero después de que ha llovido varias veces, vuelve a estar verde", reflexiona. "Así era mi cuerpo. Quería estar sano, pero necesitaba que yo lo cuide, tanto mental como físicamente. Ahora estoy fuerte, en forma, feliz, sobria y gozo de buena salud".